Hello!, Edward Snowden
A veces tengo la sensación de estar ‘viviendo en un avatar prestado’ en un siglo que me exige renunciar a mi pasado, un siglo de peajes y bajadas insoportables, un siglo de olas y resacas difíciles de capear, una tormenta sin posible refugio, una condena Wagneriana de exilio errante sin destino, una pena perpetua de incertidumbres y ecuaciones sin resolver… ¡Testigo de la miseria contemporánea!
Hello! Mr. Snowden. El penúltimo superhéroe reconocible de la sociedad indignada y de los antisistema es un personaje poco hecho para una novela de espías de John le Carré; por muchas razones que develare más adelante en esta crónica sobre la dialéctica de las bagatelas. Debo comenzar por los adjetivos, por las partes menos nobles y conocidas del personaje mediático Snowden: el fugitivo, el traidor, “el espía”, “el sapo” o el Mr. Buzz. Evoca complejos reprimidos contra el sistema, apela a sentimientos y a principios incuestionables, emotivos, lacrimógenos, latentes en la ideología del populismo progresista de la indignación y el aire progresista y libertario de las Plazas.
La percepción ingenua de un mundo perfecto y en equilibrio, un mundo arrebatado y corrompido, un mundo por rescatar como el Santo Grial produce excedentes de Snowden en formato de conciencias como esporas de primavera. Principios filosóficos trascendentes, principios dogmáticos últimos, de sentido común, inobjetables y moralmente linkables. Cuyos objetivos nobles son conseguir una sociedad más justa basada en la verdad. La ingenuidad perdida como valor original, arrebatada, y la ‘verdad como transparencia’, ahora muy de moda en política…
¡Eh! ¡Suena bien para la tribuna del 15M!, ¡Para el Ágora de la primavera árabe!, para el patio cada vez más grande extendido y exitoso (Somos legión)… Lo superfluo allana espacios y conciencias insospechadas para el siglo pasado, halla donde las haya, vintage.
Señor Snowden, Mr. Buzz, usted no es una víctima del capitalismo. Pongámonos en situación: La negación y/o traición a un juramento no forzado y consumado, y retribuido en metálico; además de ser ejercido durante mucho tiempo y sin poder alegar ingenuidad o engaño y sin coacción o causas atenuantes, como son el uso de la fuerza, que nos obligue a ejercer un falso juramento y rol…
Póngase la parroquia como se ponga, el Ágora. La traición es un acto sólo perdonado por Jesús agonizante en la cruz… Para el WordReference, la traición es fuente de infinidad de sinónimos: desleal, infiel, judas, renegado, desertor, delator, alevoso, felón, ingrato, indigno, intrigante, conspirador… En mayúsculas “SAPO”.
La Objeción de conciencia, no amortiza la traición, ni valida todo comportamiento execrable y desnaturalizado… Los tránsfugas y soplones son y han sido seres execrables, despreciables a lo largo de la historia la literatura y el arte… Hoy encontramos un cambio de tendencia, por lo menos criticable. La deserción no es disidencia ideológica o un simple desacuerdo; es otra cosa… La confesión como delator de los crímenes de una banda, de una organización, no exonera, ni dignifica o exonera al renegado. ¡No son héroes! ¡Quizás lo sean sólo para la lacra castro/chavista!
La relatividad, ambigüedad y cuestionamiento de los valores es el medio ambiente del siglo XXI. ¡Sociedad Indignada! La Sociedad como ecosistema binario que exige adaptabilidad a la nueva configuración del génesis. Un nuevo avatar, un reseteo de la humanidad vertical… Un nuevo Quasar, un universo en expansión; el efecto de supernova de sociedad horizontal inacabada… Como el protagonista de la novela ‘la metamorfosis’, Gregor Samsa, amanece un día convertido en un enorme insecto. Es el eterno bucle del hombre en sociedad…
La sociedad superflua, la sociedad destetada despierta como sociedad indignada, ingenua… El efecto de estar ante cosas inéditas, fabulosas y reveladas… El nuevo mundo de Colón, la isla de Cipango. Cada día amanecemos con relatos ingenuos y fabulosos sobre hechos y fenómenos generadores de una nueva moral y cuestionamiento del viejo orden como ortodoxia de lo vertical… Quizás estemos en presencia de una ‘etapa anal’ o genital de la humanidad, donde cada cual juega con sus excrementos y genitales, descubriendo su naturaleza… ¡Afortunado aquel que aún conserva fuerzas de resistencia a la aplacable y cíclica metamorfosis! … ¡Bah!
Por cierto, en estos días Google ha recordado el 130 aniversario del nacimiento de Frank Kafka. Y ha querido recordarle con un nuevo doodle. Un escarabajo entrando en la compañía de Mountain View, Google. ¿Por qué un lindo escarabajo y no una sucia cucaracha?, Nada es casual en la sociedad, aun lo aparentemente ingenuo subyace una intensión perversa… La metáfora hace alusión a la metamorfosis y al estereotipo de la alienación y el conflicto entre sociedad, humanidad y progreso… No es lo mismo convertirse en un escarabajo que en una repulsiva cucaracha de alcantarilla… por lo menos la pesadilla es más soportable, si nos convertimos en objetos ideales… (¿?)
Todo el argot, todo el marinaje de las ciencias al servicio de la “ergonomía mental”, adaptadas, reconfiguradas a la mente, reconfortantes, cómodas resistentes y reciclables cien por cien… Solo así se tiene anclaje social. Una extensión más de la sociedad Tipp-Ex. Son partes visibles de la sociedad conectada en plena reconfiguración, buscando un destino. La metamorfosis no ha hecha más que empezar, así tenga la humanidad que pagando un duro peaje, el de la sociedad de las bagatelas y los héroes superfluos…