El futuro es fan, el futuro es friki


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La tragedia se cierne como una sombra alargada, tan densa que se podría trocear; avanza imperturbable sobre la sociedad formal «sociedad vertical» Empezó como cultura folk urbana, luego como mediática, y ahora como maldición política. Todos corren en cualquier dirección, desorientados, diría, en estampida cuadrúpeda (despavoridos). Algo ha tocado el nervio de la sociedad aletargada, del «deber ser de las cosas» y la estabilidad emocional. El ascenso del hombre friki en política, «el freak-man», es la viva imagen de “Tommy”, el friki del «Pinball Wizard» el iluminado que se alza sobre un cerro de chatarra de máquinas de «pinball». El ídolo de las masas enfebrecidas de una nueva era. (La política del «friki», representada como un video juego de rol).

El empoderamiento de una nueva generación de magos de las máquinas inteligentes «machine Wizard» ha entrado a controlar el mercado. La «social media» es la herramienta por excelencia del mercado. La otrora política basada en el ciudadano de «Rousseau», sólo representa la mitad del electorado (del mercado). La otra mitad no pertenece al  «imperativo categórico de ciudadano» Las fuerzas que tradicionalmente cohesionaban a la sociedad como un «todo» indivisible, ya no sujetan las conciencias, ni las emociones. El concepto de ciudadano, ya no es una unidad política representativa, ni valorada como sustantivo. El friki remonta su dimensión virtual, a la política en un acenso de calidad y poder real.

Los resultados electorales para las europeas 2014, resultaron ser una puesta en escena de modelos de sociedad friki emergentes, disruptivos; no de modelos políticos convergentes reales y viables. Las europeas se han convertido en la «Expo de la política friki». La falta de evangelización sobre la sociedad hiperconectada, en la «clase política española y su dirigencia», traerá consecuencias a mediano plazo. Aletargada como iguanas tendidas al sol, ajena a los cambios y a la historia “que se presenta como tragedia”

El viejo politburó, convertido en «petit comité» vive en su propia burbuja retroalimentada por la vieja trova, anclada, o varada en el continuismo del método. El método cartesiano ya no funciona (Si ayer fue bueno el método, por qué no puede serlo hoy) Si se atreven asomarse a la ventana, podrán ver al iluminado, “Tommy” «la social media que se alza sobre un cerro de chatarra de máquinas de «pinball». El ídolo de las masas enfebrecidas de una nueva era, de sociedad horizontal, social-media.

Hablarle al ciudadano hoy, dirigirnos a él, es lo más parecido a una carta sin destinatario. El problema quizás no sea tanto el mensaje, sino el método elegido, y a quien le hablamos. Olvidamos las profecías de Marshall McLuhan, (el medio es el mensaje). También lo entendieron así, quienes dirigieron la primera campaña electoral de «Barak Obama» Hoy tendríamos que hacer muchas más cosas en «comunicación social media», que las hechas por el partido Demócratas Americanos. Lo de Obama fue una broma, comparado con los retos actuales.

La sociología estudia también,  «la revolución de las expectativas» no hay puertas al cambio social, si antes no existen estas. La evolución de las expectativas políticas y su dinámica deben ser objeto de predicción y estudio, y de construcción de modelos de simulación, de posibles escenarios sociales y su impacto «impactos» Para eso están las «Expo-política,» conocidas como elecciones al parlamento europeo. Redefinir el fenómeno de los movimientos electorales y separarlo de los partidos políticos tradicionales es condición «sine qua non» unos tienen estructura compleja y rígida basada en el modelo leninista del partido. Modelo vidente, asumido por todos los partidos «modernos», bien sean de pensamiento de izquierda como de derecha.

“ (1) Vladímir Ilich Lenin, concebía un partido formado principalmente por “intelectuales”, sobre la base de la teoría de que los trabajadores no pueden desarrollar por sí mismos una conciencia socialista. La idea socialista es siempre e inevitablemente introducida al movimiento obrero por la burguesía intelectual. (2) Sostenía que el partido era simplemente un grupo de “revolucionarios profesionales” y no el partido del conjunto de la clase obrera. (3) Repudió todo elemento de espontaneidad o movimiento espontáneo, y sólo respaldó una revolución dirigida. (4) Planteó que el partido no debía estar organizado de manera democrática, sino burocráticamente o como una jerarquía sami-militar.”

No se podemos analizar la compleja realidad partiendo de perjuicios, aislando la historia. Los movimientos políticos «radicales» de izquierda o de derecha, de nueva generación son modelos evolucionados de la sociedad «freak-man» sociedad horizontal y social-media. Sus postulados denuncian y cuestionan el viejo modelo de partido; «modelo leninista», rígido y vertical del poder de la elite; que luego se ve reflejado o representado en las instituciones políticas y socio-económicas.

No hay partido, no hay estructura, sólo carisma y representación mediática, espontaneidad y consulta popular. Las únicas estructuras reguladoras del poder es la social-media, y la sociedad horizontal hiperconectada. La calle y el trending topic son los legitimadores de las leyes, y del espacio público. El derecho a decidir como principio categórico de la política. La forma de estado es la asamblea. Los factores determinantes de la evolución de los frikis «political freak» son: «The enchantment factor and the likeability factor»

Tal cual,  lo cuenta y afirma el gurú de la cultura friki, «Henry Jenkins» en su libro sobre el fenómeno fans bloggers y videojuegos. “Los fans figuran entre los consumidores más activos y creativos, críticamente comprometidos y socialmente conectados con la cultura popular”. Son “los representantes de vanguardia de una nueva relación con los medios de comunicación de masas”.

Pensar o creer que un «Expo-político», «political freak» es un relevo generacional y revolucionario, surgido del estuario o reservorio de la nueva humanidad. O peor aún, pensar y manifestar que es el mismísimo «Zaratustra», o «Tommy» descendiendo de la montaña para contarnos su verdad. La nueva profecía social. Es por lo menos una interpretación «animista» de los hechos e ideas políticas (mear fuera del perol).

“Henry Jenkins a principios de los años noventa explosiono  la idea de que los fans están entre los consumidores de cultura popular más activos, más creativos, más comprometidos críticamente y más conectados socialmente, y que representan la vanguardia de una nueva relación con los medios de comunicación de masas” El salto cualitativo y evolutivo que han hecho el friki «political freak» a la política, convertida en cultura radical social-media, donde los costes tienden a cero. Los entornos digitales prescinden de las estructuras de partido y sus sedes. La política «Long Tail» moviliza excedentes marginales e ideas, imposibles de encontrar adhesión, en el mundo vertical. El empoderamiento es el nuevo motor horizontal de la «contracultura» horizontal.

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