Newtral y Malditos bulos
Cómo se pueden ser neutrales las personas y las empresas como NEWTRAL y MALDITOS BULOS, siendo beligerante y partidista a la vez, es decir, sectarios. El refranero español suele dar respuesta y pocas veces suelen equivocarse sobre ética. Son más efectivo que los test de fiabilidad del 30% importados por Pablo y Pedro Sánchez. Los refranes son como las pruebas del algodón de las abuelas, no engañan. “A Dios rogando, y con el mazo dando” Así es la neutralidad ética y moral de estas empresas de servicios de censura externalizadas. Perseguir en las redes sociales los delitos políticos de opinión, lo no autorizado, o lo que es peor, el “avatarcidio”, el asesinato de los Seres Digitales, hasta convertir la World Wide Web, en el cementerio más grande de la historia de la humanidad, por el bien progre, de una sociedad perfecta, sin pseudoBulos. sin pseudofake-news contra Pablo Iglesias, Monedero y PODEMOS, y su paso por Venezuela. Las demandas sociales, e incluso la indignación, pocas veces tienen un origen científico ni periodístico. No se puede colegiar la opinión pública en términos éticos. No se puede y no se debe hacer purismo con las ideas y la libertad de expresión. Amedrentar o enmudecer la libre circulación de las emociones en las redes sociales, persiguiendo el ideal progre, de la construcción del “hombre nuevo” en las redes sociales es liberticida. Que feliz seriamos todos, si esperáramos, como en antaño, el periódico y al lechero en la puerta de la casa, sin el desorden que hay hoy en día.
En algún momento de su historia, todas las sociedades se replantean el blindaje del modelo de Estado, del mejor de los mundos posibles. Y de una u otra manera, crean instituciones para protegerse de cualquier cambio en el modelo ideal de valores políticos. Toda sociedad tiene a escala propia, su Santa inquisición, sus juventudes SS, su Comité para la Seguridad del Estado KGB, sus milicias de Camisas Negras, sus colectivos criminales, y sus cuarteles de bomberos al estilo de la novela distópica de “fahrenheit 451”. Digamos que la tentación no siempre vive arriba, tampoco es rubia. La tentación tiene existencia propia como ideología y representación en todas las instancias de la sociedad, e incluso aspira a ser omnisciente como Dios, conocerlo todo, y estar en todas partes a la vez, y sí el Dios Gobierno, o el Dios Estado se mudan a las redes sociales invigilando mejor, que mejor.
La distopía de Fahrenheit 451, ha llegado para quedarse. Ya no se queman a los libros como manifestación de un delito de conciencia y a sus furtivos infractores, sino la actividad intelectual en forma de conversación. Se persiguen las noticias sin dejar rastros del incendio, un limpio interruptor en nombre del sistema, hace los mismo que los antibomberos de la novela de Ray Bradbury. Extermina unos cuantos números binarios, algo así como: el avatarcidio legalizado, una hoguera silenciosa. Lo peor de esta “orgía perpetua”, es el beneplácito de las juventudes progres, la nueva generación de camisas negras al servicio de la denuncia de Bulos y Fake News. Estas plataformas verificadoras de la “información”, buenismo 2.0 de la corrección política, se retroalimentan del activismo analfabeta de miles de entusiastas iletrados, al grito de “conviértete en maldito” y denuncia a tu cybervecino. Es lo más parecido al último verso del poema de Martin Niemöller en la II Guerra Mundial, “Ellos vinieron” que me sirve como colofón a esta historia de la humanidad en bucle, donde nadie parece aprender de la historia de la represión: “Cuando vinieron por mí, ya no había nadie más”….
Extender el concepto de ética profesional del periodismo colegiado, a una pseudoética profesional de los internautas, es aniquilar el auténtico valor de las redes, la libertad. El empoderamiento es lo que Jean Cloutier da por hecho que los nuevos medios permiten a cualquier usuario ser a la vez emisor y receptor de mensajes. Es decir, producir y consumir noticias, y distribuir información sin intermediarios, ni tutelas oficiales. Hemos pasado de una sociedad vertical, que nos decía que era verdad y que era mentira, a una sociedad horizontal empoderada. La red tiene sus propios equilibrios, sus propias leyes naturales binarias, nada dura, si es mentira, y todo prevalece si es verdad. Desnaturalizar las redes, por una trasnochada y victoriana moralidad, es desnaturalizar la fuerza y los autoequilibros de la red sin tutelas o censuras por el buenismo 2.0 de la corrección política. Solo el oficialismo es verdad. En el fondo, estas empresas de censura, no son otra cosa que el deseo desenfrenado por convertir en un bien público en términos progresista a las redes sociales… Es un intento más de convertir en ética de lo público a internet.
Concepto e idea de Prosumidores: “Los cambios provocados por los avances tecnológicos en la economía y las políticas de tráfico de información están haciendo desaparecer la relación que existía entre el consumidor y el productor, dando paso a una nueva forma de economía, la economía social de colaboración. La información se ha convertido en moneda de cambio y un nuevo grupo de consumidores-productores asume una posición importante en el mercado de consumo. Con la utilización de Internet, que proporciona la conexión para el intercambio de información, los prosumidores alimentan el ciberespacio con el conocimiento libre con el fin de colaborar y ser parte del proceso de producción. Internet influye en nuestras vidas y en nuestras costumbres, en la forma de buscar información, de entretenernos y de comunicarnos”, (Prosumidores / de Patricia González R)
Ponerle a las noticias un doble check azul, como noticia oficial y verificada, no tiene nada de inocuo. Mas bien limitan las fuentes a un Buró oficialista de la verdad, y persuaden o intimidan a los prosumidores de nueva generación, a través de una ingeniería del miedo.