El número de Dunbar y “the human binary”
Robin Dunbar: Director del Instituto de Ciencias Cognitivas y Antropológicas y Evolutivas de la Universidad de Oxford, autor de varios libros, quizás el más polémico sea éste: ¿Cuantos amigos puede tener una persona? El libro nos plantea una serie de interrogantes y contradicciones sobre la era digital y papel de las redes sociales en la evolución del “cerebro inteligente” y los condicionantes del número de Dunbar. Antropólogo y biólogo, ha basado sus teorías en el análisis de la corteza cerebral de los simios. Investigaciones de primatología y etología comparada lo llevan a la conclusión radical de que el grupo social de los primates está limitado al volumen y grosor de la corteza cerebral (neocórtex); el número exacto de amiguetes de un individuo o de un simio es un grupo compuesto de 147,8 miembros. (…)
¿Es útil tener millones de amigos binarios? ¿Y sí lo reducimos drásticamente la cantidad a una escala de 150 amigos y conocidos? ¿Cuál es la diferencia y en que radica la misma? ¿Seguimos siendo un rebaño de primates de escala Dunbar? ¿Cuál es punto de inflexión qué separa el rebaño de Cro-Magnon al del human¬_0_1? La capacidad máxima de amigos y conocidos del hombre de Cro-Magnon era en números binarios de (10010110) limitado por la neocórtex del cerebro. No superaba los ciento cincuenta miembros de una “aldea” tribal o rebaño de individuos. Este número Dunbar, para muchos biólogos y antropólogos evolucionistas ha sido considerado una gran aportación al campo de estudio de la evolución de la inteligencia humana; hasta el día de hoy, que escribo en este blog.
“Soy de la opinión –basada en mis estudios recientes sobre la evolución de la inteligencia del human_0_1- que el cerebro del human_0_1 es capaz de emular a una máquina universal de Turing. Los ceros y unos digitales humanos son neuronas apagadas y encendidas y ciclos capaces de ser reconocidos en procesos complejos. Pudiendo llegar a realizar las operaciones de una máquina universal y cuántica” No comparto la teoría de Robin Dunbar, sobre la limitación de la cantidad de individuos que pueden desarrollarse plenamente en un sistema determinado y su relación con el tamaño del neocórtex cerebral y su capacidad de proceso. Una cosa son los modelos ideológicos, del bienestar de la vida tribal de pueblo, la comuna, o la teoría mareante del buen salvaje de Rousseau.
Deduzco e imagino y que la limitación en número de individuos de un sistema social a 150 miembros, como estándar de calidad y de posibilidades para cada uno de los miembros del sistema. Es semejante al cálculo del producto marginal o la ley de los rendimientos decrecientes, en economía. Aunque estas conclusiones están inspiradas en la observación etológica del comportamiento animal y humano, especialmente primates y aldeas humanas ¿Por qué confundir los vínculos sociales con relaciones de amistad? ¿La cohesión del grupo, puede que no sea la amistad? ¿Dónde quedan los análisis sobre la colaboración? ¿Todo grupo social tiene vínculos de poder y no precisamente de amistad? Esta cifra aproximada de 150 amigos se conoce como: «Número de Dunbar» y se basa en amplios estudios realizados en una extensa gama de sociedades. Dunbar recrea los hábitos cotidianos de los homo sapiens y proporciona nuevas teorías y explicativas sobre por qué somos como somos. Su discurso sobre el número de Dunbar lo toma de diversas investigaciones de la sabana africana.
“El lenguaje nos permite integrar un gran número de relaciones sociales según Chomsky y un medio importante de hacer esto es mediante el intercambio de información sobre personas que no están presentes” Se pensaba que el cerebro tenía una limitación espacial, condicionada por sus cinco sentidos. Ello no le impide a los genes poner en marcha su máquina innatista de un sexto sentido binario neuronal, el meme, la unidad de información cultural transmisible de un individuo a otro, o de una mente a otra; que llamaremos sentido virtual. Algo para lo que el hombre, creíamos hasta ahora, no había sido diseñado por la evolución. Permitiéndole romper el esquema espacial limitante del número de Dunbar. Los entornos digitales autenticas extensiones del human binario (human_0_1) son máquinas, entes replicantes del factor “gen egoísta de la conducta bilógica dominante el ser digital.
Richard Dawkins, acusado de filósofo y criticado por algunos científicos “vigilantes de la playa” Responde a sus detractores: mi razonamiento si es correcto, revela algo importante sobre la vida en el universo. La investigación de laboratorio y de campo sólo pude hablarnos de la vida que hemos encerrado en ambos lugares.” El argumento de Dawkins, no requiere explicación, es suficientemente gráfico y explicito. Mis propuestas e hipótesis arriesgadas sobre la evolución de la inteligencia humana y las bases bilógicas binarias; tienen un enfoque racionalista crítico con bases en diferentes ciencias y corrientes de pensamiento innatista, así como también, el paradigma cuántico y el criterio de demarcación popperiano. Y las aportaciones teóricas de David Deutsch y su fábrica de la realidad. Richard Dawkins, Noam Chomsky, Giacomo Rizzolatti, Kurt Gödel y Henry Jenkins, entre otros (…)
En algunos post de este blog he sugerido que la tecnología de redes sociales es una evolución de las facultades humanas fundamentales para la convergencia de las redes sociales ya existente en los nativos digitales. Aquellos de nosotros que «vivimos en línea» en las redes y hacemos lo que queremos, incluso si la tecnología no está allí para conectarse oficialmente. La investigación en la ciencia neuronal incluye el descubrimiento de las neuronas espejo. Estas células hacen posible para nosotros la experiencia de comunicación con los demás de forma intuitiva y con empatía; La base de nuestro comportamiento social es que exista la capacidad de tener empatía e imaginar lo que el otro está pensando.(…) aún no estando conectado en la red a ningún entorno digital; las neuronas binarias mantienen la comunicación en red con otras a miles de kilómetros. (“comunicación virtual de las neuronas binarias”) La computadora universal de Turing en red con otros humanos binarios, “el gran plan evolutivo de los genes” es la comunicación virtual en red con otros huéspedes (…) hasta aquí puedo leer…